domingo, 14 de febrero de 2010

Mis San Valentines del pasado.

Creo que fue como en 3ero de primaria cuando se me introdujo la idea del "Día del Amor y la Amistad" o cuando entendí de que se trataba. En ese tiempo pensé que se trataba de dar y recibir regalos... momento, creo que siempre se ha tratado de eso, el punto es que antes no tenía la posiblidad de comprar algo para regalárselo a los que yo creía mis amigos en este tiempo, osease casi todo el mundo, todos los de mi salón, todos mis vecinos, todos mis familiares, todos mis conocidos. Entonces, como es clásico en la escuela la maestra nos puso a hacer una cartita con corazoncitos para nuestro "mejor amigo", ya sea papá, mamá, hermano(a), amigo(a) y para los mas despiertitos y vivillos desde chiquillos (por no decir calenturientos) para alguna niñita(o) que les hiciera sentir maripositas en la panza. Y así nació una de mis grandes pasiones de la infancia, el hacer cartitas para cualquier ocasión, es un regalo barato, fácil y que para mi criterio tenía algo de merito, ya saben, por el tiempo y esfuerzo requerido.

La verdad, mis cartitas no eran la gran cosa, tenía que usar lo que estuviera a mi alcance para hacerlas, eso significaba utilizar hojas rayadas o cuadriculadas de mis libretas, papel de envoltura de regalos, pegamento en barra, colores, crayolas y plumas azul, negra y roja, esta era ocasión perfecta para darle uso mi pluma roja, ya que rara vez podía escribir con ella, la maestra me regañaba, decía que era falta de educación, nunca entendí por qué.

Un día antes del 14 de febrero, osease el 13 si mis cuentas no me fallan, me dedicaba toda la tarde a hacer cartitas y cartitas, después de las primeras 5 me daba cuenta de que mi imaginación era tan pobre que ya no sabía que poner, ni como hacerlas para que cada una fuera, o al menos pareciera diferente. Entonces empezaba a hacer todas las combinaciones posibles, corazones arriba, corazones abajo, corazones en la esquina, corazones en medio, corazones por detrás, corazones adentro y lo mismo con las letras, con los nombres, con los números y con todo lo demás. Les ponía nombre, de mi para ti y toda la cosa y las entregaba al otro día, aunque debo confesar que no entregaba todas, a veces me daba pena entregársela a los que no me caían tan bien, a los que no les hablaba mucho o a los que me correteaban en el recreo para levantarme la falda o a esos que se ponían debajo de las escaleras para verle los calzones a las niñas o a los clásicos con el espejo pegado en el zapato. Siempre me quedaba con algunas en la mochila, y ahí se quedaban hasta que ya no se podía leer lo que decían y entonces las tiraba.

Y así seguí con mi ritual de cada festividad durante toda la primaria y parte de la secundaria. En la secundaria a mi cartita se le unió una clásica paletita de corazón o un chocolate. A veces las paletitas escaseaban, llegabas a la dulcería y ya solo había en forma de manitas o con chiclocentro o de las chafas ya todas rancias que nadie quería.

En prepa todo se volvió más comercial, veías los peluches, las flores, los globos, las botargas, los letrerotes, todo carísimo y sobre valuado por ser el Día de los Enamorados, claro que nada de eso era para mí, porque la mayor parte de la prepa me la pase sola, bueno no sola sino sin novio, o con alguien que no quería, que para el caso es lo mismo. No era algo que me acongojara demasiado, al menos tenía amigas igual de amargadas que yo jajaja, con las que me podía juntar y quejar del Día de San Valentín. Digo, también alguna vez me toco recibir ese tipo de cosas, menos las botargas que vergüenza, es divertido cuando no vienen a verte a ti.

Los 14s de febrero de la universidad fueron diferentes, descubrí que valen más madres de lo que pensaba, porque cuando uno tiene a la persona indicada que mas da un flor más, un chocolate más, un peluche jodido y mugroso más, porque lo importante es la persona con la que estas y lo que te hace sentir. Y como yo estoy tan completa en ese aspecto pues las flores, los chocolates, los peluches y las botargas me vienen valiendo gorro, hay 365 días y a veces hasta un pilón para darse, regalarse, prestarse, agarrarse y todo lo demás.

Gracias! He dicho!

PD. Y por si se me olvida decircelos los 365 días que vienen...

Gracias Amigos, Amigas, Lectores y a mi Persona Especial !!! Los quiero!


Y para finalizar un chiste geek, para no desentonar...

9 comentarios:

jeimi dijo...

geeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeek

Maralien dijo...

Nada más para eso me comentas Jeimi? Venciste tu miedo a Google para insultarme? jejeje =P

jeimi dijo...

jajaja seee, pero no es insulto, es un halago :P

Maestro Karnicero dijo...

Uy los 14 de febrero de hace años... siempre eran el puro caramelo y cositas lindas, cuando aún había ternura y cero malicia y casi nada de "sexosidad".

Los ingenieros tambien tenemos nuestro corazoncito!

Un abrazo, me gustó tu blog.

El Drac dijo...

No me había puesto a pensar en todo lo que había evolucionado el día de san valentín. De todas maneras simepre me quedaba sin pareja por esos días. Ahora es un poco diferente. Ojalá la hayas pasado bien. Un gran abrazo

Maralien dijo...

@Maestro Karnicero:

Claro! Los ingenieros, los geeks y hasta los nerds más nerds también tienen su corazoncito, digo tenemos, por lo de ingeniera claro está jeje!

Gracias por tu comment!
Saludos!

@El Drac:

Sí me la pasé bien... sin muchos chocolates, ni flores, ni peluches, pero tranquila y muy feliz que es lo que importa!

Gracias! Saludos!

Juan dijo...

Quiero mi carita!!

Maralien dijo...

Creo que quisiste decir cartita...

Pero si lo que quieres es una carita, por te mando una carita de chango con mucho amors! Jajaja

Nada mas que te la vas a tener que imaginar porque esta cosa no tiene caritas, no va a ser tan fácil, esa cara me sale re bien jajaja!

Saludos Juaneque!

DINOBAT dijo...

Las cosas...cambian